Fundación, escudo y colores

En el año 1960 un grupo de amigos bilbilitanos, mayoritariamente procedentes de los barrios altos (Consolación y Puerta de Soria) decidió fundar una nueva peña que saliera en las fiestas de San Roque de Calatayud, uniéndose a las ya establecidas hasta aquel momento: “Euqor”, “Rouna”, “la Unión”, “Desbarajuste” y la desaparecida peña “Bilbilitana”. La primera reunión de su junta directiva tuvo lugar en el bar del Frente de Juventudes, en la actual plaza Darío Pérez y el primer presidente fue Jesús Beltrán “Michigan”.

Socios fundadores en 1960

El nombre de la Peña surgió de una manera totalmente casual. Ocurrió durante una reunión de la directiva, cuando el presidente y algún miembro más de la junta directiva se retrasaron. Al verlos aparecer, alguien de los que estaban esperando exclamo “Los que faltaban”. La frase gustó y así quedó bautizada la Peña.

También en aquella época se instauró el escudo: circular, con un baturro en el centro, a sus pies una rosa y en el ribete exterior el nombre de la Peña. Durante los tres primeros años desde su fundación, los miembros vestían totalmente de blanco con faja y pañuelo rojo. Sin embargo, en el año 1963, se implanta definitivamente la camisa verde, y el pantalón y el pañuelo blanco. Como todas las peñas en sus salidas con la charanga una pancarta precedía a los socios de la Peña. Así se diseñó con un toro zaino, con los sus atributos bien visibles y revolcando a un mozo en el albero. El diseño con alguna variación se ha mantenido hasta nuestros días.

Como curiosidad, cabe mencionar que la camisa verde identificaba a los miembros de peña “Nogara”, hasta su desaparición en 1962, momento en que fue adoptada por “Los que faltaban”. En 1987, con la refundación de peña “Nogara”, adoptaron el blanco que habían dejado la más antigua de las dos, aunque añadiéndole a su camisa dos franjas azules.

Socios de “Los que faltaban” bajando la Rúa en los primeros años de existencia.



Cabe destacar que, durante estos años, todos los componentes de peña “Los que faltaban”, al igual que el resto de peñas bilbilitanas eran varones, aunque sus parejas los acompañaban continuamente. En el año 1967, comienzan a participar como socias las primeras peñistas, que compusieron unos versos, que con un acompañamiento musical hacen las veces de himno de la Peña. Es notorio resaltar que las primeras presidentas de una peña sanroquera fueron Sofía Sánchez de peña “Los que faltaban” y Ana Comín de peña “Solera”.

Desgraciadamente, esta primera aventura de peña “Los que faltaban”, concluyó en el año 1969, cuando quedó disuelta. Durante las tres siguientes citas sanroqueras, la mayoría de los integrantes se repartieron en el resto de peñas. Mayoritariamente las camisas verdes de “Los que faltaban”, se sumergieron en lejía convirtiéndose en rojas, entonces el color de peña “la Juventud”. En el año 1973, y con el importante impulso de José Jiménez “el Niño”, la Peña es refundada, siendo nombrado presidente Jesús Navarro “el Jefe”, retomando todos sus distintivos a excepción del escudo que manteniendo la iconografía se adoptó una forma triangular.

Nuestros locales

Durante los primeros años, el local estaba situado en la parte baja de la casa del hermano del presidente, Juan José Navarro.

Tras la refundación, el emplazamiento de la Peña fue variando a lo largo del tiempo. En los inicios se emplearon bajos o corrales que habían perdido su uso original, el primero de ellos
en la actual avenida de Zaragoza. A ellos siguieron otras localizaciones como en la calle San Antón, la actual explanada de “la Pera” o junto al antiguo matadero, cuando peña “Rouna” se situaba en el actual parque Fernando el Católico, un cable metálico tendido sobre el Jalón hacía las veces de puente para agilizar el paso entre ambas peñas.

Durante esta época era necesario invertir una gran cantidad de horas para limpiar, acondicionar y decorar estos locales, buscando entre los socios de la Peña los gremios necesarios para ello: carpinteros, electricistas, fontaneros, albañiles, pintores… sin otra contraprestación que la cerveza o vino que consumieran durante los trabajos. Los medios para realizar estas labores también los buscaban y pedían los propios peñistas, aunque esto ocasionara algunos incidentes, como cuando una noche un tractor sirvió como vehículo para subir en su pala a la ermita de San Roque a varios jóvenes, entre ellos un visitante soriano que resultó levemente herido al caerse de la máquina.

Miembros de la junta directiva y colaboradores en 1995, con el local ubicado en la antigua sede de la OJE.

La adquisición de los materiales necesarios para acondicionar los locales de la Peña, como cañizos, lonas, tablas de madera etc., habitualmente corría por cuenta de los socios para no mermar las exiguas cuentas de “Los que faltaban”. En ocasiones se reaprovechaban materiales que se iban a tirar y en otras procedían de las propiedades de los propios socios. También la picaresca y el ingenio eran necesarios, de manera que algún hortelano echó en falta algún componente de sus cabañas de campo. Mención aparte merece la relación con la compañía suministradora de electricidad, que fundamentalmente por cuestiones burocráticas nunca ha puesto las cosas fáciles, ni siquiera en la actualidad.

Uno de los puntos más importantes del local de cualquier peña es la barra del bar. Al principio la barra se montaba con tablas que se elevaban del suelo mediante ladrillos o cajones de fruta y en el mejor de los casos cubierta con unos cañizos que aportaban sombra o protegían ligeramente de la lluvia. Durante la presidencia de Juan Francisco Hermosilla “Mochi”, varios socios decidieron fabricar una estructura de hierro que se fijaba al suelo y se cubría con chapas de zinc, lo que mejoró considerablemente el servicio de bar y las condiciones de trabajo de los camareros. Esta estructura aún se emplea actualmente.

Con el paso del tiempo y a medida que la Peña fue creciendo en número de socios, se necesitaban ubicaciones más amplias y se comenzó a instalar en espacios públicos. Así se ocupó uno de los accesos a la antigua estación de autobuses y posteriormente siendo presidente de Peña José Remacha, “el Americano” la antigua sede de la OJE, que fue cedida por las autoridades públicas a cambio de un pequeño obsequio. Este local se mantuvo otro año más pero finalmente, la junta directiva decidió cederla para que fuera ocupada por otra peña cuyas actuaciones fueran más concurridas.

En el año 1988 siendo presidente Narciso Arévalo “Nacho”, se emplaza la Peña en la explanada del antiguo matadero, actual calle Galdar. Ese año para delimitar el espacio asignado, se adquirió el vallado que costó 850.000 pesetas, dinero ahorrado ya que dos grupos musicales previamente contratados no actuaron. Este vallado se empleó cuando el local lo requería hasta el año 2016 cuando por cuestiones legales, se dejó la Peña abierta a todo el público.

En 1992, una empresa distribuidora de bebidas cedió un bajo la calle Madre Puy. Finalmente, en el año 1997, la directiva de la Peña, acuerda con la Federación de Interpeñas y el Ayuntamiento bilbilitano el actual emplazamiento en la explanada del colegio de Santa Ana.

Foto de la Peña a finales de la década de los 90, ya emplazada en la explanada del colegio de Santa Ana.

Otra característica propia de los locales de “Los que faltaban”, era la ubicación de un baño en el interior del recinto. Este consistía en una taza turca en el caso del de las mujeres o un trozo de canalón en el de los hombres, que desaguaban en una arqueta próxima y un grifo que hacía las veces de cisterna. Y aunque ello pueda parecer algo insalubre desde la mirada contemporánea, cuando es fácil encontrar baños portátiles en calles y locales durante los días de las fiestas, en 1992, cuando se instaló por primera vez, supuso un gran avance sobre todo para las socias, que no tenían que andar buscando lugares discretos.

Desde el año 2014 se instauró la merienda del jamón. Esta se realiza unos pocos días antes del inicio de las fiestas, habitualmente coincidiendo con el final del montaje y decoración del local, y consiste en un pequeño refrigerio que la junta directiva de la Peña ofrece a los socios que han colaborado con la instalación y adorno del local. Esta merienda que comenzó por la donación de algunas viandas por algún establecimiento colaborador, se mantiene en la actualidad.

Actividad Social


El Peñista del Año es un reconocimiento honorífico que cada año desde 1982 concede la Federación de Interpeñas de San Roque a personas especialmente dedicadas y entregadas a las Fiestas de San Roque. En 1985, siendo presidente de la Peña Carlos Cabello, el honor recayó sobre Jesús Navarro, y 6 años después en Antonio García “el Royo”. En 1998 se le concedió a Mariano Yagüe, que había presidido la federación de Interpeñas desde 1986 a 1988, años en los que reaparece peña “Nogara” y se funda peña “Garnacha”. Desde 2004 en que el galardonado fue concedido a Juan José Navarro ningún socio de “Los que faltaban” ha vuelto a vestir la camisa multicolor. Durante los años 2013 y 2014, Salvador Catalán compatibilizó la presidencia de “Los que faltaban” con su participación en la junta gestora de Interpeñas.

También es reseñable la participación de socios de la Peña en el tradicional concurso de muñecos de capea organizado por la Federación de Interpeñas de Calatayud. Estos consisten en esculturas generalmente de cartón y corcho, caricaturas alegóricas de personajes de la vida social del país y la ciudad, que en la tarde del día 16 se exponen en el coso de Margarita a la bravura de las vaquillas que se sueltan para el disfrute de los peñistas y bilbilitanos en general. Durante la década de los 80 y principios de los 90, varias cuadrillas de socios realizaban estas artísticas figuras sufragadas por la Peña. En caso de resultar ganadoras en alguna de las categorías del concurso, el premio se reintegraba a los fondos de la Peña.

Desde sus comienzos, los vínculos entre peña “Los que faltaban” y la cofradía de San Roque de Calatayud, han sido muy estrechos. Claro ejemplo de ello es la presidencia de la cofradía por Juan José Navarro desde 2001 a 2003, época en la que el mayor porcentaje de cofrades, pertenecían a peña “Los que faltaban”. También entre los años 2015 y 2019, la Cofradía volvió a estar presidida por Paula Marín, también socia de la Peña. Desde la refundación en 1973, nueve peñistas de “Los que faltaban” han custodiado la imagen de San Roque durante el periodo entre fiestas, ejerciendo las funciones de preboste.

Muestras del compromiso de peña “Los que faltaban” con la cofradía de San Roque y la ciudad de Calatayud en general, fueron el pago y construcción de la mitad de los bancos exteriores de la ermita de San Roque, donde se realiza la tradicional misa en la madrugada del 15 al 16 de agosto o la participación de varios socios en obras de conservación, tanto de la Ermita de San Roque como de la era propiedad de la Cofradía.

El 7 de diciembre de 1989, peña “Los que faltaban”, consiguió ser la primera peña bilbilitana en legalizar totalmente su estatus jurídico, no sólo formalizando sus estatutos como Asociación Cultural Recreativa Peña Los Que Faltaban, logro que ya había conseguido peña “Rouna”, sino otorgándosele el correspondiente Código de Identificación Fiscal. La primera sede social que tuvo la asociación fue en el bar Siboney, en los bajos de la Fonda El Comercio, ambos desaparecidos en la emblemática rúa de Dato.

A raíz de la adopción de asociación cultural como forma jurídica, era necesario fomentar la participación de los socios en actos culturales. De esta manera durante la primera mitad de la década de los 90, la Peña organizaba anualmente tres viajes para el disfrute de sus socios: uno de ellos a un destino de playa, otro invernal a Candanchú y por último otro a Madrid.

Socios de la Peña en la primera actuación de la Agrupación Musical Pascual Marquina.

Por el mismo motivo, demostrando el compromiso de peña “Los que faltaban” con la sociedad bilbilitana y por diferenciarse del resto de peñas que fomentaron la participación de sus socios en equipos de fútbol, en el año 1990, se constituyó la “Banda de los Ogros”, el germen de la que poco tiempo después sería la Agrupación Musical Pascual Marquina. El dinero necesario para formar esta banda de música lo aportó la Peña, procedente de los excedentes generados por la misma gracias a la buena gestión económica realizada durante la segunda mitad de la década de los 80.

Para sacar adelante esta formación musical, además del apoyo económico, varios socios de “Los que faltaban” se implicaron personalmente en la organización, buscaron la colaboración del Ayuntamiento de Calatayud que cedió material escolar procedente de las aulas prefabricadas, de la Diputación General de Aragón que concedió subvenciones y de la profesora de música Pilar Rubio. Durante varios años, la Peña sufragó los gastos de la agrupación musical mediante diversos métodos, como el sorteo organizado por “Los que faltaban”, llevada a cabo en el año 1991. En el año 1994, bajo la presidencia de José Antonio Joven y ante los problemas económicos que le suponía a la Peña el mantenimiento de la banda, se acordó la desvinculación formal de las dos entidades.

Participación en el sorteo organizado por peña “Los que faltaban” para financiar la banda de música.

Al igual que el resto de peñas sanroqueras, “Los que faltaban” han patrocinado un equipo de fútbol, que, de hecho, en 1961, resultó campeón del Primer Torneo Pro-Peñas de Fútbol, éxito repetido en numerosas ocasiones, la última en 2023. Con la adopción de asociación cultural, a comienzos de la década de los 90, junto con el resto de peñas formaron equipos de fútbol sala y de fútbol 11 y participaron en los torneos impulsados por Interpeñas, los cuales contaban con un gran número de espectadores.

También peña “Los que faltaban”, durante la última década del siglo XX, siendo presidente Jose Angel Forcén, decidió suscribir un convenio con el Ayuntamiento de Calatayud para recuperar la tradición de los Maceros, Podón y Timbaleros que históricamente precedían a la corporación municipal en actos solemnes, ceremonias y procesiones, privilegio otorgado por los Reyes Católicos en 1487 a la Ciudad de Calatayud. El acuerdo consistía en la recuperación y restauración de los trajes, los instrumentos y demás objetos propios de este séquito y el compromiso de portarlos en los actos más relevantes en que participara la corporación. El Ayuntamiento, a cambio remuneró a la Peña con la cantidad de 25.000 pesetas.

Componenetes del equipo de fútbol de “Los que faltaban” a principios de la década de los 90.

Internamente se acordó que los integrantes de los equipos de fútbol serían los encargados de participar en el séquito. Sin embargo, esta acción supuso un coste para la Peña, ya que el dinero invertido, superó al recibido. Por ello se decidió devolver al Ayuntamiento todo el material restaurado y fue la Asociación Cultural “AJB” quien recogió el testigo manteniendo la tradición hasta la actualidad.

Miembros de la Peña durante las primeras salidas de los Maceros, Podón y Timbal .

Ya en 1982, el que posteriormente sería nombrado Cronista Oficial de Calatayud, Jesús Verón, en su libro “San Roque Bilbilitano”, califica a peña “Los que faltaban” como “Ejemplar en su relación con las demás peñas.” Muestra de ello es por ejemplo la estrecha relación con peña “Rouna”. En el año de la refundación de “Los que faltaban”, peña “Rouna “prestó 25.000 pesetas a fondo perdido y algún componente eléctrico con el fin de cubrir los gastos de esa primera salida.

Sin embargo, durante los años 1991 y 1992, y sin saber que unos pocos meses después, peña “Rouna” sería agraciada con el primer premio de la lotería de Navidad, fue “Los que faltaban quién prestó cierta cantidad de dinero, igualmente a fondo perdido. En 1993, la situación de peña “Rouna“ había dado un giro de 180 grados y devolvió íntegramente el dinero donado. También este año “Rouna” alquiló a “Los que faltaban” la mitad de su antiguo escenario por el simbólico precio de 1 peseta anual, estructura que fue empleada hasta 2005.

Desde 1991, este estrecho vínculo se materializa la segunda noche de las fiestas bilbilitanas, cuando las charangas de ambas peñas se unen para el disfrute de los miembros de las dos asociaciones y quién se quiere unir.

Peña “Los que faltaban” tiene grandes lazos de unión con otras peñas, sobre todo las homónimas de Teruel, Soria, Zaragoza y Huesca, todas ellas participantes en fiestas declaradas de interés turístico Nacional o Regional. Tanto es así que bajo la presidencia de Jesús Rubio “Ciborro” se impulsaron dos jornadas de hermandad de peñas “Los que faltaban”, una en Calatayud y otra en Soria. Además, la participación de socios de “Los que faltaban” es constante año tras año en las fiestas de dichas localidades, sobre todo en las fiestas de la Vaquilla del Ángel.

Miembros de peña “Los que faltaban” en las fiestas de Teruel.

Miembros de peña “Los que faltaban” en la concentración de peñas “Los que
faltaban” en Soria.

Cabe recordar que, durante los años 1991 y 1992, “Los que faltaban” conjuntamente con peña “Nogara” organizaron los primeros autobuses que viajaron a las fiestas de Teruel. Posteriormente fue la Federación de Interpeñas de Calatayud quién tomó el relevo y pasó a organizar estos viajes, práctica que ha perdurado hasta la actualidad.

Número de socios

El número de socios de la Peña ha ido fluctuando a lo largo de los casi 60 años de historia, normalmente en paralelo a la situación económica. En 1973 tras la refundación la Peña contaba con un total de 67 socios, 65 masculinos y 2 femeninos y la cuota ascendía a 500 pesetas para los hombres y 300 para las mujeres, algo que poco tiempo después se modificó, como no podía ser de otra manera, igualando el precio para ambos sexos.

El número de socios, ha ido creciendo poco a poco, pero de una manera constante. A mediados de la década de los 80 del siglo pasado, “Los que faltaban” comenzó a ser una de las peñas más numerosas de Calatayud. Sin embargo, tanto a comienzos de la última década del siglo XX como a mediados de la primera del nuevo siglo, debido a la precaria coyuntura económica de la asociación, se produjo un considerable descenso del número de socios, que obligó a reducir de manera significativa la oferta de actividades.

A día de hoy, siendo presidente Pedro Anquela la Peña, experimenta su mejor momento en cuanto al número de socios, alcanzando la cifra de 1.039 en las fiestas de 2023, lo que supone casi el 20% de los peñistas bilbilitanos. A pesar de ello, la Peña ha conseguido mantener un carácter familiar.

Charangas

Tradicionalmente, uno de los mayores atractivos de la Peña, han sido las salidas con la charanga, sobre todo la bajada de la Rúa tras dar comienzo las fiestas. La primera que tocó en peña “Los que faltaban” en el año 1960, era la sección de cornetas de la banda del antiguo Regimiento de Artillería Antiaérea nº 73 del Ejército. También durante esa época actuó la charanga de la localidad navarra de Ablitas que se alojó en el ya desaparecido hostal Casa Sixto.

Tras la refundación de la Peña en 1973, actúo por primera vez la charanga de la localidad vecina de Aniñón, llamada “Los Siete Magníficos”, que aun siendo muy pocos componentes eran capaces de hacer frente a otras charangas con más músicos. Sin embargo, el altísimo nivel de exigencia impuesto por los peñistas, hizo que no quisieran volver a tocar, llegando a rechazar un cheque en blanco. Esto puede dar idea de lo que la charanga supone para “Los que faltaban”.

Charanga Pifol.

Charanga de Tarazona y parte de la directiva.

Sin duda, dos charangas están grabadas en el corazón de los socios de la Peña. Una de ellas es la de Tarazona, que actuó por primera vez en 1989 y que durante 21 años no faltó a su cita con “Los que faltaban” del 13 al 16 de agosto. Los vínculos de amistad entre los integrantes del conjunto musical y las distintas directivas de la Peña, se mantienen hasta la actualidad. Otra es la charanga “Pifola”, que tocó por primera vez en 2010, está integrada totalmente por socios de Los Que Faltaban, muchos de ellos formados en la Agrupación Musical Pascual Marquina.

Una de las tradiciones más arraigadas de las fiestas de San Roque es la bajada de la Rúa. Consiste en un desfile de todas las peñas, cada una precedida de su pancarta, acompañada de su charanga, y los bombos de cada una de ellas, donde la alegría y la emoción de los primeros momentos de las fiestas se mezcla con los bailes, reencuentros y el ánimo que infunde la bebida. El recorrido se inicia en de la plaza del Mercado, donde se lanza el cohete que marca el comienzo a las fiestas, recorre la calle Rúa de Dato y acaba en la plaza del Fuerte desde donde cada peña toma el camino hasta su local.

Bajada de la Rúa a principios de la década de los 90.

El desfile lo encabeza la cofradía de San Roque acompañando a la imagen del santo, le sigue el Desbarajuste, la peña infantil y después el resto de peñas que rotan su posición año a año, todas excepto Los Que Faltaban. En el año 1987, varias peñas mostraron su disconformidad con el lentísimo ritmo al que todos los años desfilaban “los verdes”, lo que generaba importantes retrasos en las programaciones de las peñas que les seguían. Por ello ese mismo año se decidió que “Los que faltaban” recorrerían la calle en último lugar para no entorpecer al resto de peñas y poder celebrar el inicio de las fiestas como ellos querían, a excepción de aquellos años que por los turnos rotatorios le correspondiera ocupar la primera posición. Esta costumbre sigue vigente hasta la actualidad, solo que desfilando todos los años en último lugar.

Socios de “Los que faltaban” a comienzos de los 80 durante la bajada de la Rúa.

Y es que recorrer los escasos 600 metros que separan la plaza del Mercado y el local de la Peña, le pueden costar a “Los que faltaban” recorrerlos más de 2 horas, llegando a incluir un año el vehículo del dueño del bar de la Peña, que, haciendo labores de avituallamiento, se vio incorporado al desfile acabando desguazado al llegar al local de la Peña.

Uno de los objetivos de los primeros jóvenes que a finales de los años 50 del siglo pasado comenzaron a celebrar las fiestas de San Roque tal como ahora las conocemos, era hacer partícipes a todos los bilbilitanos de su alegría. Peña “Los que faltaban” también lo tenía, por eso y seguramente por ser originarios de los barrios altos la mayoría de sus primeros socios, la Peña y su charanga siempre ha procurado recorrer todos los barrios de la localidad, pero especialmente los de Consolación y Puerta de Soria, a pesar de su lejanía del centro urbano. Del mismo modo, la Peña visita año tras año alguna residencia de ancianos y las instalaciones del antiguo hospital psiquiátrico llevando la alegría de las fiestas a aquellos que no las pueden disfrutar en las calles.

También y teniendo en cuenta esta pretensión, cuando en 2018 la Federación de Interpeñas de Calatayud propuso la actuación vespertina de varios grupos musicales en el distante recinto ferial, peña “Los que faltaban”, se opuso y programó una tarde donde la charanga recorrió las calles más céntricas de la ciudad. Si bien esta alternativa no fue bien acogida por la junta directiva de la Federación que amenazó con actuar contra aquellas peñas que no participaran en la actividad federativa, el apoyo manifestado por el 98% de los socios de “Los que faltaban” recogido mediante un cuestionario, el de peña “Rouna” que tampoco participó en la actividad y por los bilbilitanos en general impidieron la aplicación de sanciones a las dos peñas citadas.

Peña “Los que faltaban” durante la tarde del 15 de Agosto de 2018 cuando se planteó una alternativa para mantener las tradiciones sanroqueras.

El fin de semana previo al comienzo de las fiestas se organiza una cena en honor al Peñista del Año. Después de la cena en el local de la peña a la que pertenece el galardonado, se celebra también una verbena. Sin embargo, en 1991 tras la celebración de la tradicional cena y antes de la verbena, algunos socios de la Peña contrataron a una charanga para que actuara en honor del premiado Antonio García. Este hecho insólito, unido a que las autoridades no eran conocedoras de tal circunstancia, estuvo a punto de causar un pequeño incidente con la policía local, que finalmente y por suerte, no tuvo mayor trascendencia.

Actuaciones

Durante los primeros años de existencia de peña “Los que faltaban”, las actuaciones que se contrataban eran bastante humildes, ya que la mayor parte del presupuesto se gastaba en la contratación de la charanga. Tanto es así que el año de la refundación de la Peña, no hubo ninguna actuación en el local, tan solo un tocadiscos a pilas aportado por el presidente que reproducía canciones. Por ello, al año siguiente, el resto de peñas exigieron que para permitir el acceso de los socios de “Los que faltaban” al resto de peñas sin tener que pagar entrada, debían de ofrecer en su local alguna actuación. Para ello se contrató a un pequeño conjunto musical para las tres noches por 25.000 pesetas, una cantidad nada despreciable para aquella época.

Con el paso del tiempo y según el número de socios fue aumentando, se pudieron contratar mejores actuaciones para amenizar las noches. Así en 1987, actuó la orquesta Montes Blancos, por la que se pagó 175.000 pesetas, caché muy inferior al que cobró el mismo conjunto al Ayuntamiento de Calatayud por actuar semanas después en las fiestas de la Virgen de la Peña. Desde 1991 hasta 1994, gracias a que “Los que faltaban”, “Euqor” y “Rouna” trabajaban con el mismo representante de espectáculos, algunas actuaciones nocturnas se rotaban en las tres peñas en noches diferentes, lo que permitió disfrutar a los socios de una variedad de actuaciones a un precio mucho más competitivo.

Durante esta época y en años anteriores, los carteles que anunciaban las actuaciones musicales debían de pegarlos los miembros de la junta directiva de la Peña con ayuda de algunos fieles colaboradores. La pegada y reparto de carteles suponía la cuenta atrás de los días que restaban para el inicio de las ansiadas fiestas, lo que implicaba momentos de alegría y alborozo. De esta manera aparecían carteles en los más variopintos lugares como marquesinas de autobuses, negocios de socios de la Peña, o diversos bares como en el techo de pub “Geneve” o las paredes del bar “la Bacaña”.

A partir de mitad de la década de los 2000, sobre todo durante la presidencia de Carlos Navarro “Chichetas hijo”, se hicieron esfuerzos por traer algún grupo con cierta fama, así los socios y el resto de bilbilitanos han podido disfrutar de algunos grupos y artistas como “Celtas Cortos”, “Barón Rojo”, “Extremoduro”, “Los Mojinos Escozíos”, “Los Chichos” o “Leticia Sabater”. La entrada del nuevo siglo también supuso la introducción paulatina de actuaciones de Dj´s cada vez con mayor fama y de fiestas temáticas como “Macumba”.

Cabe mencionar que durante los años 1975 y 1976 la verbena de la noche del 15 al 16 de agosto se celebró en una era próxima al santuario de la Virgen de la Peña. Desde ahí, en la madrugada de la festividad de san Roque los socios comenzaron la tradicional romería a la ermita. Sin embargo y pese a los esfuerzos de la directiva de Los Que Faltaban por dinamizar esta fiesta, como por ejemplo con el reparto de recenas, la afluencia fue más bien escasa por lo que se acabó abandonando la idea.

Cenas y meriendas

En 1982, estando la Peña ubicada junto al antiguo matadero, se comenzaron a dar las primeras cenas para los socios, siendo pioneros entre todas las peñas. Los menús solían consistir en guisos de judías o garbanzos que los realizaba Dionisio Islas “el Gorras”. Unos años después se empezaron a repartir almuerzos, que hasta entonces no habían sido habituales.

Con el comienzo del nuevo siglo, para ofrecer a los socios otra actividad, que algunas peñas ya llevaban a cabo, se decidió dar también una comida el primer día de las fiestas. Esta comida habitualmente era preparada por Antonio Marín “el Puchero”, que fue el segundo presidente de la Peña tras su refundación. En 2001, siendo presidente Luis Lázaro, debido al elevado número de socios y las nuevas normativas de sanidad, se comenzó a contratar los servicios de un catering para hacer las cenas, que costó alrededor de 1.000.000 de pesetas.

Siendo presidente Salvador Catalán, la Peña comenzó a disponer de sillas y mesas, lo que posibilitó cenar en el propio local. Esto que puede parecer poco relevante, supuso un salto cualitativo importante que permitió estrechar los vínculos entre los socios de “Los que faltaban”, ya que hasta entonces cenaban las cuadrillas dispersas por las calles aledañas y se mejoró la limpieza de esas vías.

Pero si había alguna comida característica de peña “Los que faltaban”, sin duda eran las meriendas en el coso de Margarita durante los espectáculos taurinos. Habitualmente consistían bien en sardinas en salazón, también conocidas como sardinas rancias, patatas asadas o tomates muy maduros. Todos ellos eran lanzadas desde la parte baja de la plaza de toros, la más cercana al callejón, para que los socios de la Peña las cogieran al vuelo. También se diseñó un sistema de pequeños tubos de goma con múltiples ramificaciones. Esta red de caños partía de garrafas de 25 litros llenas de cerveza dispuestas en la parte más alta de la plaza de toros. Este sencillo e ingenioso sistema permitía repartir la bebida de manera simultánea a los socios de la Peña.

Esta costumbre ha ido desapareciendo en favor de los bocadillos de embutido, los helados y pequeñas garrafas de cerveza, más populares, cómodas para su reparto y sobre todo fácil de digerir en las calurosas tardes de agosto.

En el coso de Margarita

Como todas las peñas sanroqueras, “Los que faltaban” dispone de una zona fija en la plaza de toros. El lugar que le corresponde, está comprendido entre el tendido 1 y el 2, y dispone de una zona llana encima de los toriles. En el momento que se asignaron a cada peña las zonas de la plaza de toros, los espectáculos taurinos comenzaban antes que en la actualidad, sobre las 15:00 horas, y no llegaba la sombra al primer tendido en toda la tarde. Es por ello que la zona no era atractiva para ninguna peña y la aceptaron “Los que faltaban”. Con el tiempo los espectáculos fueron retrasando su comienzo, y ya había sombra a mitad del espectáculo taurino. Entonces la zona comenzó a ser deseada por otras peñas, pero ya había pasado a pertenecer sentimentalmente a “Los que faltaban”, que aún en la actualidad la mantienen.

Cabe destacar que algún año que el número de socios de las 8 peñas que tienen asignado su lugar en las gradas de sol ha sido superior al de localidades disponibles en este sector, se ha sorteado el traslado de una de ellas a las gradas de sombra, rechazando “Los que faltaban” entrar en el sorteo por permanecer fieles a su enclave.

Emplazamiento de la peña “Los que faltaban”, donde se ve la “meseta de toriles”, la charanga y los socios.

Como ya se ha dicho, la zona del coso de Margarita reservada a ”Los que faltaban”, dispone de una pequeña terraza. A esta zona llana se le conoce como la “meseta de toriles”, y es sin duda uno de los puntos neurálgicos de las tardes taurinas de las fiestas de San Roque.
Quedarán para el recuerdo las actuaciones año tras año de Jesús Rubio hinchando un preservativo puesto en la cabeza mientras todos los peñistas lo coreaban. También los lanzamientos de bebida entre los ocupantes del cubículo como muestra de hermandad entre los socios y algún visitante de otras peñas o interminables sesiones tras finalizar el espectáculo taurino con la charanga de “Los que faltaban” rivalizando sanamente con la charanga de otras peñas, hasta que finalmente una de ellas abandona la plaza de toros.

Señas de identidad

Tres palabras pueden definir la actitud que durante toda su historia han mantenido los socios de” Los que faltaban” para con las fiestas de San Roque: Tradición, pasión y familia.

Tres socios de peña “Los que faltaban”.

La estrecha relación con la cofradía de San Roque, la devoción al santo, la colaboración con la sociedad bilbilitana y el esfuerzo por mantener las señas de identidad de la Peña y las fiestas bilbilitanas tal y como en los años 60 del siglo pasado se concibieron por un grupo de jóvenes entusiastas, son una muestra del intento constante por mantener la tradición.

Brutos, salvajes, borrachos, inhumanos, sinvacunar… son algunos de los adjetivos empleados por otras peñas para denominar a los socios de “Los que faltaban” dentro de la sana rivalidad que entre ellas existe. Y son aceptados sin ningún complejo ya que así conciben “Los que faltaban” los cuatro días de las fiestas, desenfrenados, joviales, sólo tiempo para disfrutar, siempre sin faltar a nada ni nadie. En definitiva, apasionadamente.

Y por supuesto, cualquier persona, e incluso animales, es aceptada a formar parte de la gran familia que son los peñistas de “Los que faltaban”. Son los días de San Roque cuando cuadrillas de amigos y familias, bilbilitanos, visitantes e hijos de la ciudad se unen para disfrutar juntos del 13 al 16 de agosto.

Años

Presidentes

Locales

Preboste

nº de Socios

1960

Jesús Beltran “Michigan”

 

 

 

1961

José Jiménez “el Niño”

 

 

 

1962

José Jiménez “el Niño”

 

 

 

1963

José Jiménez “el Niño”

 

 

 

1964

José Jiménez “el Niño”

 

 

 

1965

José Jiménez “el Niño”

 

 

 

1966

José Jiménez “el Niño”

 

 

 

1967

José Jiménez “el Niño”

 

 

 

1968

Angel Asensio

 

 

 

1969

Jesús López

 

 

 

1973

Jesus Navarro “el Jefe”

Av/ Zaragoza- Collado

 

 

1974

Jesus Navarro “el Jefe”

C/ San Antón

 

 

1975

Jesus Navarro “el Jefe”

C/ Correa- Escribano

 

 

1976

Jesus Navarro “el Jefe”

C/ Made Puy- Bianco

 

 

1977

Jesus Navarro “el Jefe”

C/ Madre Puy- Pap. Berdejo

 

 

1978

Jesus Navarro “el Jefe”

C/ Glen Ellyn- Centro médico

 

 

1979

Antonio Marín “Puchero”

Exp. Pera

 

 

1980

Juan Jose Navarro “Chichetas”

Av/ Zaragoza

 

 

1981

Juan Jose Navarro “Chichetas”

Antigua estación autobuses

 

 

1982

Juan Jose Navarro “Chichetas”

C/ Galdar- Antig. matadero

Carlos Cabello

 

1983

José Remacha “el Americano”

OJE

 

 

1984

José Remacha “el Americano”

OJE

 

631

1985**

Carlos Cabello

C/ Galdar- Antig. matadero

 

737

1986

Narciso Arévalo “Nacho”

OJE

 

820

1987

Narciso Arévalo “Nacho”

C/ Galdar- Antig. matadero

 

801

1988

Narciso Arévalo “Nacho”

C/ Galdar- Antig. matadero

 

911

1989

Mariano Yagüe

C/ Galdar- Antig. matadero

 

918

1990

Mariano Yagüe

OJE

 

736

1991**

Jose Ángel Forcén

Pza Fuerte

 

727

1992

Jose Ángel Forcén

C/ Madre Puy- San Miguel

 

712

1993

Jose Antonio Joven

Paseo nuevo- Aljaima

 

693

1994

Jose Antonio Joven

Paseo nuevo- Aljaima

 

 

1995

Juan Francisco Hermosilla

OJE

 

 

1996

Juan Francisco Hermosilla

OJE

 

 

1997

Sofía Sánchez

Santa Ana

 

 

1998**

Sofía Sánchez

Santa Ana

Cristina Navarro

 

1999

Sofía Sánchez

Santa Ana

Juan Francisco Hermosilla

 

2000

Sofía Sánchez

Santa Ana

Juan Tarifa

 

2001

Luis Lázaro

Santa Ana

Maria José Rubio

 

2002

Luis Lázaro

Santa Ana

 

 

2003

Carlos Navarro “Chichetas hijo”

Santa Ana

 

 

2004**

Carlos Navarro “Chichetas hijo”

Santa Ana

 

813

2005

Carlos Navarro “Chichetas hijo”

Santa Ana

 

770

2006

Carlos Navarro “Chichetas hijo”

Santa Ana

 

790

2007

Carlos Navarro “Chichetas hijo”

Santa Ana

 

820

2008

Carlos Navarro “Chichetas hijo”

Santa Ana

Paula Marín

815

2009

Jesús Rubio “Ciborro”

Santa Ana

 

870

2010

Jesús Rubio “Ciborro”

Santa Ana

 

868

2011

Jesús Rubio “Ciborro”

Santa Ana

 

947

2012

Jesús Rubio “Ciborro”

Santa Ana

 

809

2013

Salvador Catalán

Santa Ana

Nacho Arévalo

808

2014

Salvador Catalán

Santa Ana

 

834

2015

Salvador Catalán

Santa Ana

 

773

2016

Salvador Catalán

Santa Ana

 

857

2017

Mariano Yagüe

Santa Ana

Juan José Navarro

778

2018

Pedro Anquela

Santa Ana

 

751

2019

Pedro Anquela

Santa Ana

 

845

2020

Pedro Anquela

 

 

 

2021

Pedro Anquela

 

 

 

2022

Pedro Anquela

Santa Ana

 

1018

2023

Pedro Anquela

Santa Ana

Martín Peña

1039

2024

Pedro Anquela

Santa Ana

 

 

Bibliografía

Esta pequeña recopilación ha sido posible gracias a la colaboración de:

  • Sofía Sanchez
  • Antonio García
  • Juan José Navarro
  • Gloria Ibañez
  • Jose Angel Forcén
  • Mariano Yagüe
  • Narciso Arévalo
  • Mariano Marquina
  • Jose Antonio Joven
  • Carlos Navarro
  • Miguel Angel Marín
  • Ana Gracia
  • Jesús Navarro

Revisada por Carlos Lozano y Marta Gotor y recopilada y redactada por Pedro Lozano

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